Cap. 45: No quiero que se case con ella.

Un pinchazo agudo atravesó el pecho de Alma.

—Él no me lo dijo.

—Fabio es reservado con sus relaciones —continuó Massimo con su tono impregnado de seguridad—, pero pronto se comprometerá con una mujer que sí le conviene. No interfieras, Alma, y todos podremos vivir en paz.

Sin esperar respuesta,...

Inicia sesión y continúa leyendo