Cap. 49: ¿¡Qué carajos haces besando a mi prometido!?

Alma parpadeó, sorprendida por la honestidad cruda de esas palabras. Tomó las manitas de Alessia entre las suyas y le sonrió con tristeza.

—Alessia yo no pertenezco a ese mundo. Crecí en el campo, entre gallinas, tortillas y tierra mojada. Apenas terminé el colegio. Nunca he usado un vestido de dis...

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