Cap. 72: Tirarla al fregadero.

Alma lo ayudó a sentarse con cuidado en la cama, sus movimientos suaves pero firmes, como si temiera romperlo. Fabio apretaba los dientes por el dolor, pero no se quejaba. Solo la miraba, la devoraba con los ojos, con esa mezcla peligrosa de deseo y ternura que siempre le encendía la piel.

—Te teng...

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