Capítulo 25

Salté al otro lado de la habitación para ver a Perséfone calmada, de una manera inquietante. Miré de ella a Hades y de vuelta a ella. Hades parecía indiferente a su presencia, ni siquiera intentaba explicarse. Estaba demasiado atónito por su reacción. Incluso los señores suplicaban perdón a sus espo...

Inicia sesión y continúa leyendo