Capítulo 50

Su nombre resonó en mí, de una manera que no podía identificar del todo.

—¿Estás bien? —dijo, notando cómo me quedé un poco paralizada.

—S...sí, ¿por qué no lo estaría? —Rodé los ojos, tratando de pasar el sentimiento que sentía como si no fuera nada.

—Estás llorando —dijo, dándome una mirada sig...

Inicia sesión y continúa leyendo