Capítulo 58

Cuanto más caminábamos, más me daba cuenta de que esto no era solo un escondite. Esto era un hogar. Como el que visité en la cena.

Al doblar una esquina, el pasillo se abrió a un gran vestíbulo. Mi respiración se detuvo al contemplar la vista ante mí: una enorme escalera doble que se elevaba, con s...

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