Necesito un alfa

—No puede ser tan malo, Brie —susurra Maeve mientras se aferra a mi brazo, guiándonos por una de las escaleras de caracol en nuestro castillo en el Valle Velado. Las antorchas se encienden por sí solas, iluminando nuestro camino—. Mamá dijo que está deseando conocerte. Es un guerrero, ¿sabes? Siempr...

Inicia sesión y continúa leyendo