La matanza

Botas raspando sobre piedra. Agua gotea por los ladrillos cubiertos de musgo con un suave plop, plop, plop junto a mi cabeza, donde mi mejilla está presionada contra lo que solo puedo asumir es el suelo. Apesta aquí. Como sudor, sangre y suciedad que me niego a describir.

No me he movido en horas...

Inicia sesión y continúa leyendo