Al vencedor no le va nada

Lexa

Meg gime mientras envuelvo un trozo de cuero arrancado de mi vestido alrededor de su brazo superior destrozado. Chessie se arrodilla cerca, rasgando su vestido, con sangre seca desmoronándose de sus nudillos en escamas carmesí. Me pasa otro trozo de cuero, pero sus ojos me dicen la verdad del ...

Inicia sesión y continúa leyendo