Lo haré yo mismo

Lexa

No hay sirvientas en la mansión. Ni un solo criado para atender los pasillos. Más allá de las puertas formales al frente, los guardias fae descansan contra las columnas en espiral que marcan la entrada, el jardín protegido por una alta pared de mármol que envuelve todo el edificio. Me recuerda...

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