Capítulo 338 Arrojándose sobre él

Natalie se quedó allí, retiró su mano y puso los ojos en blanco.

—¿Invitado misterioso? Si hubiera sabido que ibas a invertir, no le habría dado esos dos millones de dólares a Félix.

Qué desperdicio.

Gabriel levantó una ceja y bajó la voz, como si le susurrara.

—Entonces haré que te los devuelva...

Inicia sesión y continúa leyendo