Capítulo 424 Un pequeño regalo

Natalie despeinó su cabello, su afecto evidente. ¿Cómo podría decir que no?

—¡Por supuesto!

Los ojos de Gabriel se oscurecieron, su voz se volvió helada.

—¿Robert sabía que saliste solo?

Mike se encogió en los brazos de Natalie, sintiéndose culpable.

Incluso enfermo, Gabriel seguía siendo un fa...

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