El becario contratado por Alrigo

Mi garganta se cerró, pero forcé las palabras, mi voz apenas un susurro.

—Fui yo— Mis manos temblaban contra el frío suelo. —El contrato… se arruinó por mi culpa. Si quieres castigar a alguien— tragué con dificultad, —castígame a mí, no a él.

—Ivery...— La voz de Alrigo era baja, con un tono pelig...

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