Capítulo 45

El sonido chirriante de la puerta hizo que mis ojos se abrieran. Era de noche y me preguntaba quién demonios había entrado en mi habitación, que se había convertido en una nueva prisión, una mazmorra para mí.

Una habitación con nada más que el frío suelo desnudo y una sola ventana, esta vez no hay ...

Inicia sesión y continúa leyendo