Capitulo 50

—Hola pequeña, llegas justo a tiempo, le estaba preguntando a mi hijo qué hace aquí.

—Sí, bueno, verás, quizás al principio no lo comprendas, pero… luego te parecerá muy gracioso. —dijo entre divagaciones Margarita, pero Margaret no le prestó atención.

—¿Qué demonios te pasó en el rostro? —indagó...

Inicia sesión y continúa leyendo