Capítulo 226 Debes castigarla severamente

Odette se agarró el pecho, su rostro rojo de furia mientras gritaba:

—¿Dónde demonios están? ¡Entren aquí ahora!

Las sirvientas, que habían mantenido su distancia como Odette había ordenado, ahora escucharon su aguda y enojada orden, lo que las hizo sentir incómodas.

Todos sabían que en el recien...

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