Capítulo 56 La calavera de la espada

Eliza soltó un suspiro y sonrió, asintiendo con la cabeza.

—Está bien, Sra. Davis, adelante. Sea lo que sea que estés planeando, mantendré la Mansión Davis segura y a salvo hasta que regreses.

Creciendo juntas, Eliza había ayudado a Ava a hacer este truco innumerables veces, fingiendo ser ella baj...

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