La ira de los Oscuros

Intenté gritar y quitarme la mordaza de la boca. Me ataron las manos detrás de la espalda y empezaron a llevarme lejos del restaurante. Escuché a Cynthia y Judith salir del restaurante llamando mi nombre, preguntándose si debían salir a buscarme.

—No te muevas, muñeca, o estás muerta. Queremos prob...

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