pesadillas

Condujimos de regreso a casa desde el cementerio; seguía recibiendo una sensación de que debíamos dar la vuelta. Mi lobo interior me gritaba que detuviera el coche y regresara. Ella seguía gritando “El compañero está en peligro.” Elegí ignorarla, según mi abuelo, tengo dos compañeros. Callan y David...

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