Dulce oscuridad

Nadie en la habitación respira mientras siento una presencia familiar, escucho una voz que mi cuerpo recibe como si mi alma se restaurara. Escucho a esta persona llamarme en mi mente, la escucho afuera como una tormenta furiosa que se traga todo a su paso.

De repente, me envuelven en la calidez de ...

Inicia sesión y continúa leyendo