Epílogo: Grace

—Grace, desde el día en que te vi por primera vez, supe que nuestros caminos estaban entrelazados. No sabía cómo, no sabía por qué, solo sabía que necesitaba sacarte de ese lugar maldito. No hablaste. Tu lobo estaba atado. No entendía por qué me sentía tan atraído hacia ti. Pero a medida que el dest...

Inicia sesión y continúa leyendo