Capítulo 150 Siempre serás mía

Benedict regresa a la mansión Arrabal, aunque todavía debe guardar reposo. Al llegar, el chofer abre la puerta trasera y Benedict desciende. Lo que no espera es encontrar a su tía Irene esperándolo en la entrada. Está de pie, con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

Lo que menos imagina la ancia...

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