Capítulo 29 Vete de una vez

Isabella despierta adolorida y sudada. Aunque pudo dormir profundamente, su sueño fue pesado y, como casi cada noche, ese hombre se apareció en él. De nuevo pudo ver la ropa que llevaba puesta, reconocer el tono de su voz, sus manos, el calor de su cuerpo, pero nunca logra ver su cara. Si tan solo p...

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