Capítulo 52 Sí, quiero hacerlo

Benedict, sentado en el sillón con la mirada fija en Isabella, se frota las sienes para aminorar el dolor de cabeza. Han pasado más de treinta horas y ella sigue dormida.

El doctor vino a verla hace un momento y dijo que era probable que despertara en las siguientes horas, pero él está impaciente....

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