Capítulo 70 Dos infiernos

Cuando Isabella abre los ojos esa mañana, la cama a su lado está vacía. No hay rastro de Benedict. El lado que él ocupó ya está frío, como si se hubiera marchado hace horas.

Suspira pesadamente y se incorpora con esfuerzo. Su cuerpo se siente adolorido, pero no se permite detenerse. Va directo a la...

Inicia sesión y continúa leyendo