El frenesí de la diosa

Heros cayó boca arriba y rebotó con ligereza en el colchón. Estaba aprendiendo de la mejor maestra, tanto que, con solo mirarla, los vellos de su piel se erizaron y se sintió diminuto al notar la exaltada aura de Hestia, como si hubiera sido poseída por un espíritu o más bien por un demonio, porque ...

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