Capítulo 166: sin importar que alguien más pudiera oírme.

Inhalé profundamente y luego exhalé con un gemido. Raphael era extremadamente bueno en ponerme caliente y excitada. Y siempre había demostrado que podía satisfacer la tensión varias veces. Sabía cómo atraparme, de maneras que no podría resistirle.

Esta vez, cuando llegué al orgasmo, grité su nombre...

Inicia sesión y continúa leyendo