Arrojado al mar

El sol en mi rostro me lleva a la consciencia.

Lentamente abro los ojos, mirando al frente al principio. Frente a mí, veo arena y piedras, y el sonido del agua corriendo golpea mi oído. Una vez que levanto la cabeza de un tirón, me veo obligada a bajarla de nuevo sobre la arena. Un dolor de cabeza e...

Inicia sesión y continúa leyendo