La realidad entra en acción

—Esis, has vuelto.

Casi corro desde el sofá en el que estaba acostada hacia los brazos de mi esposo, envolviendo mis piernas alrededor de su cintura. Ha estado fuera de casa por más de una semana. Si Saray y el resto de la familia no se hubieran quedado con nosotros, habría estado sola aquí. Esis m...

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