CAPÍTULO 100 — El lobo se levanta

Todo estaba amortiguado al principio—como si estuviera bajo el agua.

Mi mente flotaba en la oscuridad, pero había ruido. Gritos. Gruñidos. Chasquidos de garras sobre hueso. Fuego. Dolor.

Y sangre.

La sangre de Acheron.

Desperté con un jadeo, el aliento atrapado en mi garganta. Mi visión se nubla...

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