Capítulo 128 — Lo que queda

Aurelie

Mis visiones siempre habían sido borrosas... medias verdades envueltas en sombras. Pero anoche, algo fue diferente. Vi caer flores de luna. Sangre sobre seda plateada. Lo atribuí al dolor. Me equivoqué.

Respiré profundamente.

La seda se sentía fría entre mis dedos.

Estaba sentada en el t...

Inicia sesión y continúa leyendo