Capítulo 159 — El cadáver del río

El río traía el olor a muerte.

Incluso antes de que mis botas se hundieran en la orilla mojada, lo sabía.

El aroma metálico impregnaba el aire, más fuerte que los vientos dulces de pino que usualmente barrían estos bosques.

Llenaba mi boca, cubriendo mi lengua, y Tormenta gruñía bajo dentro de mí...

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