Capítulo 164 — Fuego y escarcha

Aurelie vino corriendo, sus pasos rápidos, su cabello alborotado. Su rostro estaba pálido, los labios temblaban.

—Liora —jadeó, agarrando mi muñeca—. Los ancianos… te están llamando. Ahora.

Mi corazón se hundió, pesado como una piedra arrojada al agua.

Hablarán sobre la advertencia.

Nevada se ag...

Inicia sesión y continúa leyendo