Capítulo 190 — El veneno empeora

Kael

La habitación estaba demasiado silenciosa.

Me quedé junto a la cama de Zane, observando el leve subir y bajar de su pecho. Cada respiración parecía prestada, frágil, como si pudiera ser la última. Sus labios estaban agrietados, pálidos, y su piel había adquirido un tono gris que no le pertene...

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