Capítulo 22 — El duelo final

Elara

—A continuación me toca a mí y a la rarita plateada, ¿verdad, Alfa? —Sus ojos verdes brillaban con malicia—. ¡Genial! ¡Mis manos están ansiosas por enseñarle una lección a esta perra! —añadió sin esperar respuesta.

Los ojos plateados del Alfa Acheron escanearon a la multitud de lobos que hab...

Inicia sesión y continúa leyendo