Capítulo 237 — Su CARTA

Liora

El aire de la mañana olía a lluvia y a salvia quemada. Ese tipo de aroma que lleva paz y dolor juntos... suave, pesado y difícil de soltar. Seguí a Aurelie por el estrecho sendero que conducía al pasillo reconstruido.

Incluso los pájaros cantaban dulcemente, sus voces eran tan reconfortantes...

Inicia sesión y continúa leyendo