Capítulo 41 — Rompiendo el hielo

La mañana estaba clara, los campos de entrenamiento llenos de entrenadores. Aún era el amanecer, el sol apenas se levantaba, pero Elara ya estaba aquí, esperando.

Sonrío sabiendo que ella realmente tiene entusiasmo. Incluso me miró sin vacilación ni miedo.

Sabía que no debía impresionarme todavía....

Inicia sesión y continúa leyendo