Capítulo 43 — El despertar de las lunas gemelas

Acheron

Había aceptado el vínculo.

Debería haberme sentido victorioso. En cambio, una inquietud se enroscaba en mi estómago.

Observé a Elara sentada frente a mí, con los ojos cerrados, respirando lenta y constantemente.

Estábamos en el campo de entrenamiento y el aire aún estaba frío, había un l...

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