Capítulo 44 — Hacia la guarida del león

Acheron

Entramos en la guarida del león. La ubicación que Erik nos dio era sospechosa: un templo abandonado en medio del bosque, incluso el aire olía a peligro, a sangre seca.

Erik ya estaba aquí.

Podía sentirlo.

Mi lobo, Nyx, gruñó profundamente dentro de mí, su presencia era un peso pesado y s...

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