Capítulo 53 — El punto de quiebre

Anoche, acordamos solo dormir.

Sin presiones. Sin forzar el vínculo. Solo acostados uno al lado del otro, acostumbrándonos a la cercanía.

Bueno, más fácil decirlo que hacerlo.

Dormir junto a Acheron era imposible.

Su cuerpo era demasiado cálido. Su aroma era demasiado embriagador. Y—lo peor de t...

Inicia sesión y continúa leyendo