Capítulo 73 — Un acuerdo mortífero

Blayze estaba sentado en el borde de la cama cuando abrí la puerta.

Tenía los brazos cruzados, los ojos cansados pero tranquilos. La forma en que me miraba me hizo sentir un nudo en el estómago.

—Te fuiste de nuevo —dijo en voz baja—. Igual que anoche.

Me quedé paralizada.

Mis dedos estaban frío...

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