Capítulo 79 — Susurros

La cena fue grandiosa, como siempre. Demasiado grandiosa. Mesas largas que brillaban bajo las arañas. Platos interminables, apilados como ofrendas a los dioses. Utensilios de oro pulidos hasta brillar como espejos. Carnes dulces, panecillos mantecosos, salsas ricas que empapaban el pan, y bebidas fr...

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