Capítulo 80 — Secretos y serpientes

Misty

El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas pálidas, suave y dorado como la miel derritiéndose sobre la seda. Las paredes del palacio, usualmente frías y duras, parecían casi soñadoras bajo esa luz. Me estiré perezosamente en la cama, no porque estuviera cansada, sino porque hoy ...

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