Capítulo 103

Freya

—¡Por favor! ¡Déjame ir! ¡Estaba equivocado!

Los gritos agonizantes de Simon seguían llegando a través del sistema de monitoreo.

Miré la gran pantalla y solté una risa fría. Mis ojos ámbar se habían transformado completamente en su forma dorada de lobo, y podía sentir la quietud depredadora...

Inicia sesión y continúa leyendo