Capítulo 138

Lucas

Allí estaba Freya, descalza en el umbral de la puerta, con el rostro pálido como un fantasma.

Sin decir una palabra, me acerqué y la tomé en mis brazos, llevándola de vuelta a la cama. Su cuerpo se sentía tan ligero, tan frágil.

—Freya, no puedes resfriarte ahora. Si me necesitas, solo llám...

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