Capítulo 251

Selina se acercó con esa sonrisa ensayada que había visto usar incontables veces en cámara. Sus feromonas estaban cuidadosamente controladas, pero aún podía detectar la corriente subyacente de desesperación y rabia apenas contenida bajo su exterior compuesto.

—¿Qué están filmando ustedes dos? —preg...

Inicia sesión y continúa leyendo