Capítulo 271

No pude evitar sonreír cuando Freya finalmente se apartó de nuestro beso, ambos respirando con dificultad. El sabor de ella aún persistía en mis labios, y podía sentir a mi lobo agitándose bajo la superficie, satisfecho por la reclamación pero queriendo más. Mis ojos debían estar destellando en dora...

Inicia sesión y continúa leyendo