Capítulo 42: Enamorado

Laurel regresó a su oficina con un suspiro profundo. Las rosas que Adolph le había dado el día anterior se habían marchitado un poco. Su corazón se sentía un poco marchito, desgastado por el tiempo y las realizaciones. Suspiró y reemplazó las rosas marchitas con el nuevo ramo.

¿Cuánto tiempo tardarí...

Inicia sesión y continúa leyendo