Capítulo 44

—¡Maldita sea la gente! Me importa un carajo lo que digan.

—¿Y qué hay de su propia opinión y sentimientos? ¿Sam siempre tiene que molestarme más? Debería estar pensando en cómo acompañarme a esa asquerosa manada para reclamar lo que realmente me pertenece y no estar aquí apoyándolos.

Un gruñido b...

Inicia sesión y continúa leyendo