Capítulo 102 - Sorprendentemente cansado

La mañana golpeó con fuerza.

Las cortinas baratas apenas mantenían la luz del sol afuera, rayas de oro se extendían por el suelo y sobre las sábanas arrugadas donde mis compañeros todavía estaban esparcidos en un sueño profundo y sin sueños. El reloj junto a la cama marcaba las 11:24 a.m. Sabía que...

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